domingo, 24 de febrero de 2013

NO HACEN FALTA HÉROES

   Compré una bolsa de cacahuetes con cascara de medio kilo en un supermercado que me costó un euro. Esta tarde, mientras pensaba que hacer y veía Lawrence de Arabia, me he puesto a pelar unos cuantos. Cuando he reunido la cantidad suficiente, algo menos de cien gramos repelados, los he puesto en una sartén diminuta en la que solo cabe un huevo y que utilizo para ese fin algunas veces. Le he puesto unas gotas de aceite y he frito los cacahuetes (que ya vienen tostados con cascara en origen), hasta que han alcanzado un tono acorde a mi gusto; después los he echado sobre un plato con un papel de cocina para que absorbiera el aceite sobrante y añadido sal. Hay que dejarlos enfriar antes de comerlos, pero cuando se empieza no se puede parar, por lo menos a mi me cuesta un gran esfuerzo dejar de hacerlo.
   La cosa es que para conseguir un placer momentáneo hay que realizar un trabajo mucho mayor: obtener cien gramos de cacahuetes repelados me ha llevado media hora entre sacarlos de la bolsa, partir las cascaras, extraerlos y quitarles la piel; luego han bastado dos minutos en la sartén. 
   La historia comenzó con unos cuantos indignados acampados en la Puerta del Sol hace casi dos años. Se ganaron la simpatía de muchos, diría que de la mayoría, dentro y fuera de España, excepto de aquellos que presentían y sabían que sus demandas iban al centro del problema: Corrupción y Poder Financiero bajo el paraguas protector de políticos sin escrúpulos y de unos medios de comunicación que actuaban y actúan como serviles guardianes de la tremenda injusticia y estafa que se esta cometiendo con los ciudadanos, que no somos otros sino el pueblo. 
   Dos años más tarde la situación ha empeorado, camino de convertirse en catastrófica, todo por la culpa y el empecinamiento de unos pocos empeñados en satisfacer las exigencias de unos cuantos (banca, grandes coorporaciones...), empeñados en que todos paguemos la corrupción, negligencia, codicia y avaricia de esos pocos y que nos han traído hasta aquí con su absoluta indiferencia hacía los verdaderos problemas.
   Necesitamos hacer limpieza, y eso pasa por hacer que la ley funcione con rapidez y justicia. Por cambiar y modificar leyes que nos impiden, a la mayoría de los ciudadanos, participar en el buen funcionamientos de las instituciones. Se necesitan, urgentemente, una nueva Ley Electoral, de Transparencia, Hipotecaria, de regulación de los mercados financieros... Se necesita que la actual "clase" política se haga así misma seppuku, y no solo en España, también en los países de la Unión Europea. Ya no es una cuestión local o de los países del sur, no. La podredumbre nos afecta a todos.
   No se necesitan héroes, solo ciudadanos que quieren una vida mejor para ellos mismos, sus hijos, nietos...

La corrupción y sus remedios