jueves, 21 de febrero de 2013

LLOVIENDO ROCAS

¡Cuidado!, no te pongas debajo
   
   Entiendo perfectamente lo que ocurre cuando un tonto tiene a su alcance el Boletín Oficial del Estado (BOE). Lo primero por lo que le da es por elaborar leyes, reglamentos y normas y empezar a publicarlas para que sean de aplicación inmediata, pues según la ley, hasta que no son publicadas en el Boletín no tienen efecto legal. Lo segundo que ocurre es que hay un montón, pero un buen montón de listos que tienen al Boletín como lectura de cabecera. 
   A través del que se enteran de lo que sus amigos han ido pergeñando a conveniencia de ambas partes. Pueden ser expropiaciones de tierras para hacer autopistas de peaje ruinosas que, con el cuento del bien común, se malbaratan para beneficio de unos pocos; puede ser un decreto ley cualquiera que beneficia a un grupo de presión: bancos, petroleras, eléctricas, distribuidores, constructoras...; puede ser una subida de impuestos generalizada; una ley concreta que beneficia a un colectivo determinado; incluso la publicación de una infracción de tráfico que atañe a un particular. 
   En los años de la dictadura el BOE era utilizado por los pudientes para encontrar oportunidades de negocio, por ejemplo enterarse de donde se iba a construir un pantano, una carretera, una línea de tren..., y comprar tierras a bajo coste para luego venderlas al Estado, a veces con la complicidad del propio ministro o ministerio de turno. 
  Lo que quiero decir con esta bobada que se me ha ocurrido oyendo decir al PP que "Faltaron y fallaron controles y se relajó la exigencia ética", es que la mentira es la coartada de la corrupción. O bien se oculta directamente la falta o se falsea. 
   Como ya dije en un anterior post es más cómodo ocultar la mentira, pues luego se tienen más opciones para justificarla: "no lo sabía, no estaba enterado, no me consta, pensaba contarlo más adelante, no lo recuerdo..." Si se miente directamente y uno es pillado en la mentira solo quedan tres pasos: negar, aceptar o ignorar los hechos. 
   El partido que sustenta el gobierno lo ha intentado todo. Primero ocultando las cosas; más adelante justificándose con las excusas propias de ese modo de mentir; después negando la realidad de los hechos con más mentiras; y por último es que han fallado los controles y la ética. 
   Lo cierto es que se han ignorado los controles; se ha infringido la ley a sabiendas; se han cometido delitos; se ha procurado trato de favor a determinadas personas y empresas; y ha existido una absoluta falta de escrúpulos y ética. Todo ello con la presunción de inocencia por delante y ante todo, faltaría más.